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Guía completa del finiquito en España: plazos, derechos y cómo reclamar

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En el ámbito laboral en España, cuando termina la relación entre un trabajador y una empresa, es fundamental entender qué ocurre con las cantidades pendientes de pago. Aquí es donde entra en juego el finiquito, un documento que sirve para liquidar cualquier deuda entre la empresa y el trabajador al finalizar el contrato, ya sea por despido, renuncia voluntaria u otras razones.

A menudo, se tiende a confundir el finiquito con la indemnización por despido, pero es importante saber que no son lo mismo. Mientras que el finiquito cubre pagos como vacaciones no disfrutadas o horas extras, la indemnización es una compensación por despido injustificado, improcedente, objetivo o por ERE.

En este artículo, vamos a explicar de manera sencilla qué es exactamente el finiquito, cuáles son los plazos legales para su pago, qué puede hacer un trabajador si no recibe su finiquito a tiempo y los procedimientos legales que puede seguir para reclamarlo. Nuestra intención es proporcionar una guía clara y práctica para todos aquellos que estén en esta situación, ayudándoles a entender sus derechos y los pasos a seguir para hacerlos valer.

¿Qué es el finiquito?

El finiquito es una compensación económica que un empleado recibe al finalizar su contrato de trabajo con una empresa. Este pago tiene como objetivo saldar cualquier concepto pendiente de pago, como las vacaciones no disfrutadas, los días trabajados en el mes en curso y, en algunos casos, las pagas extraordinarias no prorrateadas.

Es fundamental entender que el derecho a recibir el finiquito siempre existe si hay cantidades pendientes, independientemente de la causa de la finalización del contrato. Esto significa que, sin importar si la relación laboral termina por despido, baja voluntaria, finalización del contrato temporal u otra razón, el empleado tiene derecho a recibir su finiquito para liquidar cualquier deuda o pago pendiente que la empresa tenga con él.

El cálculo del finiquito se basa en el salario mensual del empleado y otros conceptos pendientes. Por esta razón, antes de firmar el finiquito, es fundamental que el trabajador revise cuidadosamente los detalles incluidos en el documento, asegurándose de que todos los conceptos y la fecha sean correctos. Esto ayuda a evitar discrepancias y errores en el pago.

¿Cuándo se paga el finiquito?

El finiquito debe pagarse en el momento en que finaliza la relación laboral, independientemente de si se trata de un despido o una baja voluntaria. En caso de despido, el finiquito se abona cuando el despido se hace efectivo, y si es inmediato y sin preaviso, debe pagarse en ese instante. Por otro lado, si el trabajador decide marcharse voluntariamente y ha dado un preaviso de 15 días, el pago del finiquito se realizará al finalizar ese periodo y cuando se firme la documentación de cierre. Es importante destacar que, aunque algunas empresas prefieren incluir el finiquito con la última nómina por comodidad administrativa, la ley establece que debe entregarse de manera independiente al momento de la extinción del contrato.

Si el pago se efectúa mediante transferencia bancaria, es habitual que el trabajador reciba el dinero con un pequeño retraso, generalmente dentro de los dos días posteriores a la fecha de la transferencia. En este caso, es aconsejable que el empleado firme el documento de finiquito con una nota indicando “no cobrado” o “pendiente de revisión” hasta que se confirme el abono en su cuenta. De esta manera, se protege ante cualquier eventualidad de no recibir el dinero en tiempo y forma.

¿Cómo actuar si no recibes el finiquito?

Si, tras la finalización de tu contrato, no recibes el pago del finiquito, es importante tomar medidas de inmediato para solucionar la situación. El primer paso recomendado es contactar directamente con la empresa para averiguar si ha habido algún error o problema que esté causando el retraso en el pago. Este contacto inicial puede ser una conversación directa o un mensaje informal, pero es aconsejable también enviar una notificación por escrito, como un correo electrónico o un burofax, para dejar constancia de tu reclamación.

Si, después de intentar resolver el problema de manera directa, la empresa no te proporciona una solución o sigue sin pagarte, tendrás que tomar medidas formales. Esto implica presentar una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC). La conciliación es un paso obligatorio que busca encontrar un acuerdo entre el trabajador y la empresa antes de llevar el asunto a juicio. Si no se alcanza un acuerdo durante la conciliación, el siguiente paso es presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social, donde un juez evaluará el caso y decidirá si tienes derecho a recibir el finiquito que reclamas.

Qué hacer si no se está de acuerdo con los cálculos del finiquito

En algunos casos, el trabajador puede recibir el documento de finiquito y no estar de acuerdo con los cálculos que se presentan. Esta situación puede surgir cuando el empleado cree que no se han incluido correctamente algunos conceptos, como las vacaciones no disfrutadas, las pagas extraordinarias o los días trabajados en el mes. Por eso, es esencial revisar detalladamente todos los conceptos reflejados en el finiquito para asegurarse de que todo está en orden.

Si al revisar el finiquito encuentras discrepancias, el primer paso es solicitar una revisión a la empresa. Es recomendable exigir una explicación detallada de cómo se han calculado los importes y pedir correcciones si se detectan errores. En muchos casos, este paso puede ayudar a aclarar malentendidos y ajustar los cálculos sin necesidad de ir más allá.

¿Es obligatorio firmar el finiquito en el momento de la entrega?

Un aspecto importante a tener en cuenta es que no estás obligado a firmar el finiquito en el momento de la entrega si no estás de acuerdo con los cálculos o si hay términos con los que no te sientes cómodo. De hecho, es un derecho del trabajador tomarse el tiempo necesario para revisar el documento antes de firmarlo. Si tienes dudas o crees que hay errores, puedes optar por no firmar hasta haber consultado con un asesor laboral o un abogado especializado.

Otra opción es firmar el finiquito con la indicación de «no conforme» o «pendiente de revisión«. Esta práctica deja constancia de que no estás de acuerdo con los términos del documento y que no estás renunciando a tu derecho de reclamar las cantidades correctas. Firmar de esta manera puede proteger tus derechos mientras continúas el proceso de revisión y reclamación si es necesario.

Plazos para la reclamación del finiquito

Es fundamental tener en cuenta que el trabajador dispone de un año desde la fecha en que el finiquito debía ser pagado para presentar cualquier reclamación. Este plazo comienza a contar desde el día en que termina la relación laboral y la empresa debería haber hecho efectivo el pago del finiquito. Transcurrido este tiempo, el derecho a reclamar caduca, lo que significa que no podrás exigir las cantidades adeudadas.

Incluso en situaciones extremas, como cuando la empresa entra en quiebra, el derecho a recibir el finiquito se mantiene. En estos casos, el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) es responsable de pagar las cantidades pendientes a los trabajadores afectados. Por lo tanto, siempre hay una vía para reclamar lo que te corresponde, incluso si la empresa no puede hacer frente a sus obligaciones directamente.

Consecuencias para la empresa por retrasos en el pago del finiquito

Como comentamos con anterioridad, la ley establece que el finiquito debe pagarse en el momento en que se finaliza el contrato laboral y se entrega el documento correspondiente al trabajador. Si el pago se realiza mediante transferencia bancaria, es posible que haya un retraso de dos o tres días, lo cual se considera aceptable. Sin embargo, si el pago no se realiza por otros motivos, como la decisión de la empresa de pagarlo junto con las nóminas regulares para su conveniencia, pueden surgir problemas legales.

En estos casos, la empresa podría enfrentarse a sanciones, que incluyen el pago de una indemnización por retraso. Esta compensación consiste en un día de salario adicional por cada día de retraso, con un máximo de 30 días. Esto significa que la empresa tiene un incentivo claro para cumplir con los plazos y evitar incumplimientos que puedan perjudicar económicamente al trabajador.

¿Puede la empresa descontar cantidades del finiquito?

En ciertas situaciones, una empresa puede descontar cantidades del finiquito que se paga al trabajador, pero esto solo es legal si se cumplen ciertos requisitos específicos. Estos requisitos garantizan que los descuentos sean justificados y no perjudiquen injustamente al empleado.

En primer lugar, es importante entender qué tipo de deudas pueden dar lugar a un descuento en el finiquito. Estas deudas suelen surgir de situaciones en las que el trabajador ha recibido beneficios o pagos anticipados que no se han compensado durante la vigencia del contrato. Por ejemplo, si un empleado ha disfrutado de más días de vacaciones de los que le correspondían por ley o ha recibido un adelanto de salario que no ha devuelto, estas cantidades pendientes se considerarían deudas. La empresa, en estos casos, puede decidir descontar esas cantidades del finiquito para ajustar las cuentas.

Para que estos descuentos sean legales, la deuda debe ser cierta, líquida y exigible. Esto significa que la deuda debe estar claramente demostrada y documentada, no puede basarse en suposiciones o en la palabra de una de las partes. Además, el importe de la deuda debe ser concreto y especificado, no estimado, y el trabajador debe estar legalmente obligado a devolverlo en ese momento.

Además, es fundamental que la deuda sea conocida por el trabajador. La empresa debe haber informado previamente al empleado de la existencia de la deuda y el motivo de la misma. El trabajador debe haber tenido la oportunidad de conocer y cuestionar esta deuda antes de que se realice cualquier deducción en su finiquito. Sin esta comunicación previa, el descuento podría considerarse injusto o ilegal.

Finalmente, el descuento debe ser proporcional. La cantidad descontada del finiquito no puede ser superior a la deuda que se debe. Esto significa que si el trabajador tiene una deuda específica con la empresa, solo esa cantidad exacta puede ser descontada, sin excederse. Este principio de proporcionalidad asegura que el trabajador no pierda más dinero del que realmente debe, protegiendo sus derechos económicos.

Abogados laboralistas con amplia experiencia en despidos, indemnizaciones y finiquitos

En Ancla Abogados, entendemos que los asuntos relacionados con el finiquito y la finalización de un contrato laboral pueden ser complicados y, en ocasiones, estresantes para los trabajadores. Por eso, contamos con un equipo de abogados laborales especialistas en finiquitos y despidos, listos para ayudarte a proteger tus derechos y asegurarte de que recibes las cantidades que te corresponden.

Si te enfrentas a problemas con el pago de tu finiquito, si no estás de acuerdo con los cálculos presentados o si necesitas asesoramiento sobre cómo proceder en caso de que la empresa no cumpla con sus obligaciones, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Nuestros expertos en derecho laboral pueden proporcionarte el apoyo y la representación legal necesarios para garantizar que tus intereses estén protegidos.

En situaciones de desacuerdo, falta de pago, o si simplemente quieres asegurarte de que todo se ha calculado correctamente, en Ancla Abogados te ofrecemos una consulta personalizada para revisar tu caso y recomendarte los pasos a seguir. Confía en nuestros profesionales para guiarte a través de los procedimientos legales y ayudarte a obtener el finiquito justo que te mereces.

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